Derma Magazine, Exigencias de la piel

A cada rostro su propio maquillaje

A cada rostro su propio maquillaje

Triangular, redonda, rectangular. Las formas del rostro son todas bellas si las realzamos con el maquillaje adecuado.

La belleza es demasiado valiosa para encasillarla en un patrón. Es lo que la cultura estética ha aprendido a lo largo de los años. Si hace un tiempo todas las actrices y las top model se parecían, hoy, las que logran hacerse un hueco en nuestras fantasías, no se ajustan a un canon preexistente: lo crean. Las cualidades naturales siguen siendo importantes, pero no lo son todo. Es necesario que el potencial presente en un rostro se exalte mediante un uso consciente y sofisticado del maquillaje. Destinado no tanto a corregir, sino a revelar.

En este proceso nada puede dejarse al azar. Quienes tienen el rostro triangular, como Reese Witherspoon, no pueden seguir la misma estrategia de maquillaje que aquellas que tienen una forma cuadrada, como Angelina Jolie. Esto vale para las divas de Hollywood, y para todas las mujeres.

Incluso la calidad de los productos ya no puede ser casual. Hoy en día hay cosméticos skincare para el cuidado de la piel, como las bases de maquillaje que pueden funcionar también como crema hidratante a base de ácido hialurónico. La piel sana tiene un aspecto más luminoso y, por lo tanto, más bello.

A continuación, analizamos las tres formas del rostro más comunes. E indicamos las estrategias de maquillaje apropiadas para revelar la belleza de cada una de ellas.

1. El rostro triangular

Se caracteriza por una frente ancha, nariz acentuada y mentón puntiagudo. Si nuestro rostro tiene esta forma debemos, antes que nada, desviar la atención de la amplitud de la frente.

Intervenimos con el contouring. Comenzamos con la aplicación de una base más oscura sobre los pómulos y en la parte lateral de la frente, y una más clara sobre el resto del rostro. La regla, sin embargo, es conseguir un look suave, ya que las mujeres con el rostro triangular tienen, en general, rasgos bien definidos.

«Bajamos» los ojos. Al tener que minimizar la parte superior del rostro, no resaltaremos particularmente los ojos. Sera mejor, por lo tanto, utilizar tonos claros.

Resaltamos los labios. La mandíbula que se estrecha y termina en punta es una debilidad del rostro con forma de corazón. Para desviar la atención tendremos que resaltar la boca con labiales y lápices de colores llamativos.

(Véase: Reese Witherspoon, Ashley Olsen, Halle Berry)

2. El rostro redondo

En los niños, la cara redonda despierta ternura y llama al instinto de protección. En las mujeres, eso no siempre es así. Si bien el rostro ovalado, por su regularidad, es más fácil de maquillar, el rostro demasiado redondo puede resultar desarmónico y, sobre todo, carece de definición. La tarea del maquillaje es doble: 1) crear la ilusión de la verticalidad y 2) rediseñar los rasgos introduciendo algunos ángulos.

Intervenimos con el contouring. Es indispensable «retraer» los pómulos que son, probablemente, la parte más ancha del rostro. Comenzaremos extendiendo una base más clara en la frente y el mentón y una más oscura en las mejillas. Luego, con una tierra aplicada bajo los pómulos, haremos que parezcan más excavados. Completaremos el trabajo con el highlight en la frente, en la zona bajo los ojos y en el mentón para llamar la atención hacia el centro del rostro.

Aplicamos generosamente el blush: tiene la doble función de alargar los pómulos (si movemos el pincel en diagonal partiendo de las sienes) y de dar un color sano y luminoso, para eliminar el efecto de hinchazón que puede sugerir la forma demasiado redonda.

Angulamos las cejas. Es uno de los detalles más importantes para quienes tienen un rostro redondo. Las cejas redondas hacen que el rostro esté aún menos definido. Por eso tendremos que partirlas con una línea recta

(Véase: Ginnifer Goodwin, Mila Kunis, Emma Stone)

3. El rostro rectangular

El rostro rectangular puede ser más o menos largo. Si prevalece la forma cuadrada el rasgo más evidente será la mandíbula amplia y fuerte. El objetivo principal del maquillaje será suavizar los ángulos.

Usamos el contouring. Para reducir el impacto visual de la mandíbula deberemos crear un movimiento hacia las sienes. Comenzaremos aplicando dos bases distintas: una más oscura sobre los pómulos y las sienes y otra más clara sobre el resto del cuerpo. Luego extenderemos la tierra a los lados de la frente y aplicaremos el blush en las mejillas para completar el efecto de suavidad.

Saquemos los labios. Si queremos desviar la atención de la mandíbula, la mejor manera es resaltar los labios. No pueden faltar los colores encendidos, y añadiremos definición rediseñando los ángulos de los labios con un lápiz.

Si la forma rectangular es más larga y estrecha, los pómulos tenderán a aplanarse y el rostro parecerá muy delgado. En este caso el maquillaje deberá acortar ópticamente la forma rectangular llenándola con líneas horizontales.

Ampliamos el rostro. Aplicaremos una base de tonalidad oscura en la zona del mentón y de la frente y una ligeramente más clara en los pómulos. La misma regla vale para la tierra. El blush se aplicará en las mejillas de manera horizontal.

Alargamos los ojos hacia fuera. Puesto que nuestro rostro se extiende hacia abajo, debemos crear un anclaje visual con los ojos. Vamos a agrandarlos y alargarlos con el eyeliner.

(Véase: Cameron Diaz, Angelina Jolie, Rihanna.)

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