Como combatir la pérdida de la tonicidad de rostro, cuello y escote.

Su envejecimiento prematuro y la pérdida de tonicidad depende sobre todo de la reducida vitalidad de los fibroblastos. Para estimular su actividad es útil recurrir a sesiones inyectables bio-revitalizantes a base de ácido hialurónico.

La pérdida de la tonicidad del rostro no es solo un efecto de la edad, otros factores contribuyen de manera importante en la calidad de la piel: la exposición solar, una alimentación inadecuada, el hábito de fumar, la llegada de la menopausia, esto solo por nombrar unos pocos.

El soporte mecánico que ofrece la dermis deriva sobre todo del correcto funcionamiento de sus fibras elásticas y de colágeno. Un conjunto de fibras «jóvenes» constituido por proteínas regularmente estructuradas, con una adecuada composición de aminoácidos y una organización estructural regular es capaz de conferir tensión y elasticidad a las fibras. Por el contrario, un conjunto de fibras «envejecidas» presenta anomalías en la composición de aminoácidos y anomalías estructurales con desorganización de las fibras y presencia de enlaces rígidos entre las fibrillas que alteran su resistencia mecánica (se vuelven más rígidas y más predispuestas a la rotura) y la elasticidad.

La necesidad de estimular los fibroblastos.

Las fibras, así como otros componentes presentes en el espacio entre célula y célula, son sintetizados por los fibroblastos o las células de la dermis; el proceso de envejecimiento y de pérdida de tono está estrechamente relacionado con una reducción de la vitalidad de estas células. La síntesis de las proteínas y de otras sustancias, como el ácido hialurónico, deja de funcionar correctamente al igual que la degradación fisiológica de las estructuras envejecidas. Por lo tanto, el tratamiento de la pérdida de tonicidad no puede prescindir de una acción de estímulo sobre los fibroblastos tanto en sentido proliferativo como metabólico.

La bio-revitalización con ácido hialurónico.

Afortunadamente, en los últimos años se ha descubierto que una célula senescente puede ser estimulada de manera específica y dirigida gracias a la presencia de receptores capaces de unirse a pequeños fragmentos de ácido hialurónico natural (es decir, no modificado químicamente) que, una vez complejados, desencadenan una estimulación positiva en el sentido de la rotación celular y de la síntesis de nuevos componentes estructurales. Este es el principio en el que se basa la «bio-revitalización» con ácido hialurónico de bajo peso molecular.

Ácido hialurónico: ¿cuál es el peso molecular más adecuado?

También hay que aclarar que un ácido hialurónico con medio y/o alto peso molecular puede ejercer el mismo efecto, siempre y cuando no esté químicamente modificado (es decir, sin la adición de moléculas adicionales). De hecho, en el espacio intercelular también hay enzimas, las hialuronidasas, capaces de cortar los gruesos fragmentos en unidades más pequeñas,

El ácido hialurónico con alto peso molecular, así mismo, ejerce un importante efecto antioxidante con una rápida neutralización de los radicales libres responsables de los procesos de envejecimiento. Por último, las formas «híbridas» de ácido hialurónico, es decir, las que contienen complejos de ácido hialurónico de alto, medio y bajo peso molecular, además de asegurar las funciones anteriormente descritas, crean una especie de andamiaje (scaffold) en la dermis, capaz de regular estructuralmente todos los procesos de síntesis y disposición espacial en la dermis de todos los componentes, fibrosos y no fibrosos.

Estas formas «híbridas», obtenidas mediante un tratamiento exclusivamente de tipo físico del ácido hialurónico obtenido a partir de biosíntesis son actualmente muy utilizadas y necesarias para las sesiones inyectables en pacientes de todo el mundo, precisamente por su capacidad para tonificar la piel que es claramente percibida tanto por el médico como por los sujetos sometidos a tratamiento.

Un tratamiento que se repite con el tiempo.

El tratamiento se lleva a cabo en ciclos, generalmente dos sesiones inyectables con un mes de diferencia entre una y otra y con recordatorios cada dos o tres meses. Obviamente unos hábitos de vida correctos, la toma de suplementos alimenticios específicos y una correcta rutina cosmética son capaces de contribuir al proceso de rejuvenecimiento desencadenado por el ácido hialurónico por medio de inyecciones.