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GIMNASIA FACIAL: EJERCICIOS PARA ELEVAR LOS PÓMULOS

GIMNASIA FACIAL: EJERCICIOS PARA ELEVAR LOS PÓMULOS

Los pómulos son el andamio del rostro. Si los mantenemos en forma, el rostro envejece más lentamente.

Un rostro bien enmarcado por pómulos firmes y redondeados resiste mejor el paso del tiempo, ya que estos puntos de apoyo naturales evitan el descolgamiento de los tejidos. Y no siempre es cuestión de edad: una pérdida de peso repentina también puede provocar la pérdida de tonicidad en esta zona, con las consecuencias que tanto tememos —el contorno facial se desdibuja y aparecen los surcos nasogenianos.

¿Cómo podemos solucionar esto?
Durante años se creyó que la única solución era recurrir a prótesis de pómulo. Muchas celebridades todavía apuestan por esta vía y reaparecen en público con pómulos nuevos que brillan como pelotas de ping pong. Pero más allá de estos excesos pensados para las cámaras, hoy prevalece una lógica más conservadora: preservar y cuidar los pómulos que nos dio la naturaleza.

Por eso cada vez se prefieren tratamientos menos invasivos, como los rellenos de ácido hialurónico, y aún más accesibles: la gimnasia facial y los automasajes, que son las soluciones más prácticas y naturales.

¿Por qué se caen los pómulos?
La flacidez de los pómulos se debe a varios factores:

Reabsorción ósea con el paso del tiempo

Reducción de los compartimentos grasos faciales

Y sobre todo, la pérdida de tono y elasticidad de los músculos cigomáticos

La buena noticia es que esta musculatura puede entrenarse, como cualquier otra parte del cuerpo. La combinación ideal es ejercicio facial + masaje dirigido.

LOS EJERCICIOS: CÓMO FUNCIONAN
Los músculos cigomáticos se encuentran entre la oreja y el labio superior y sostienen directamente la zona de los pómulos. Son músculos finos y delicados, por lo que se deben ejercitar con precisión. Una ligera tensión o cosquilleo durante la práctica es normal y significa que estás haciendo bien los movimientos.

Puedes realizar estos ejercicios en cualquier momento: mientras ves televisión, en el coche, durante una pausa. Pero, como cualquier entrenamiento, exigen constancia y disciplina si se quieren ver resultados.

EJERCICIO 1: LA GRAN «O»
El más conocido en gimnasia facial, ya que activa no solo los músculos cigomáticos, sino también los otros 56 músculos del rostro (¡sí, tienes tantos!). Es el clásico calentamiento de actores antes de salir a escena.

Relaja los hombros y endereza la espalda.

Abre la boca como si fueras al dentista.

Lleva el mentón hacia abajo formando una “O” con la boca.

Cubre los dientes con los labios.

Mantén la posición durante 15 segundos.

Relaja durante 5 segundos y repite 3 veces.

Hazlo frente al espejo las primeras veces para asegurarte de ejecutar bien los movimientos. Luego podrás practicarlo en cualquier situación (sí, incluso en el coche, aunque te miren raro).

EJERCICIO 2: LA GRAN «O» CON MASAJE
Una vez dominado el ejercicio anterior, puedes avanzar a esta versión con automasaje:

Adopta la misma posición que en el ejercicio anterior.

Apoya los codos sobre una mesa.

Abre las manos en forma de “V” y coloca las palmas sobre los pómulos.

Presiona ligeramente los pómulos mientras inclinas el torso hacia adelante y hacia atrás, como si sollozaras.

Este gesto se conoce como “el grito de Munch”, ya que imita la postura del personaje en el famoso cuadro. No lo hagas hasta haber practicado el primer ejercicio durante al menos dos semanas: los músculos deben estar tonificados antes de ser masajeados.

EJERCICIO 3: SONRISA QUE ELEVA LOS PÓMULOS
Sí, reír es un elixir de juventud. Al hacerlo, activamos los músculos del rostro de forma natural.

Sonríe al máximo, estirando hacia los lados.

Lleva los pómulos lo más alto que puedas.

Mantén la posición 15 segundos.

Relaja durante 5 segundos.

Repite 5 veces.

Puedes tocar los pómulos con los dedos mientras lo haces: sentirás cómo se tensan y levantan.

EJERCICIO 4: SONRISA CON LABIO INFERIOR HACIA DENTRO
Una variante del ejercicio anterior:

Sonríe suavemente.

Empuja el labio inferior hacia dentro, cubriendo los dientes y llevándolo hacia el paladar.

Mantén la presión 15 segundos.

Relaja durante 5 segundos. Repite.

EJERCICIO 5: SONRISA CON LA LENGUA HACIA LA NARIZ
Otra variante divertida y efectiva:

Saca la lengua y empújala hacia arriba, tratando de tocar la punta de la nariz.

Sonríe al mismo tiempo.

Mantén 15 segundos. Relaja y repite.

RESULTADOS
Si practicas estos ejercicios dos veces al día, los primeros resultados serán visibles en unas dos semanas. Cuando tus músculos estén más tonificados, puedes aumentar el número de repeticiones o intensificar el entrenamiento.

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