Remodelar, rellenar o voluminizar: ¿qué puede hacer por los labios el ácido hialurónico

El ácido hialurónico se considera ahora un elemento insustituible de la belleza de nuestros labios. Pero ¿cuál es exactamente su función?

Los rellenos de ácido hialurónico son los tratamientos más populares para el tratamiento de los labios, por los óptimos resultados que se pueden obtener. Sin embargo, no todas las mujeres conocen al detalle los motivos por los que se recurre al relleno y, sobre todo, cuáles son los efectos y las posibles criticidades del tratamiento.

¿En qué casos es oportuno remodelar, rellenar o dar volumen a los labios?

El caso más típico es el de los labios excesivamente delgados. Además de ser antiestéticos, los labios que son demasiado delgados, con la edad, pueden replegarse hacia el interior de la cavidad oral y perder gran parte de su funcionalidad. Otra situación típica es la de los labios que se han vaciado. Es un problema estético, pero en algunos casos podría convertirse en un verdadero problema: a los lados de la boca tienden a formarse pliegues constantemente inflamados a causa de la humedad de la zona peribucal. Esta afección puede conducir a una acumulación de gérmenes y causar una queilitis angular.

A veces, sin embargo, la razón por la que se utiliza un relleno es simplemente psicológica y estética. El sujeto, a pesar de tener los labios absolutamente conformes a la fisonomía del rostro, quiere que sean más carnosos y evidentes, en línea con los cánones de belleza actuales.

En todos estos casos podemos utilizar un relleno a base de ácido hialurónico reticulado específico para los labios. Estos productos específicos para los labios pueden contener un anestésico, muy útil, ya que los labios son muy ricos en terminaciones nerviosas y, por lo tanto, el tratamiento inyectable en esta zona podría resultar particularmente doloroso.

¿Cómo se interviene para el tratamiento de labios? Y, ¿cuáles son las reglas?

Los labios pueden tratarse a nivel del borde, con una técnica que los redefine y a nivel del cuerpo de los labios, devolviendo volumen y protrusión. Sin embargo, hay reglas precisas a seguir: la distribución del producto debe ser máxima en la zona central del labio desapareciendo a medida que nos dirigimos hacia la periferia. Además, siempre hay que recordar que el volumen del labio inferior debe resultar prominente con respecto al del labio superior. Una boca bien proporcionada estará en 2/3 de su volumen constituida por el labio inferior y solo en el tercio restante por el labio superior; tendrá una protrusión central y los ángulos de los labios difuminados; no deberá haber acumulaciones del producto.

¿Existen posibles criticidades o contraindicaciones? 

Es fundamental que el implante se lleve a cabo con la máxima seguridad: a este nivel de la dermis hay importantes vasos arteriales y venosos, cuya anatomía debe ser bien conocida por el operador, con el fin de evitar graves efectos colaterales relacionados con la inyección accidental del producto en una arteria o en una vena. Es absolutamente necesario, por lo tanto, evitar recurrir a sujetos no médicos y, si es posible, solicitar ver una documentación fotográfica de casos previamente tratados por el médico que realizará la intervención.

Las contraindicaciones, en cambio, son las mismas que para cualquier tipo de implante con el relleno: posibilidad de sangrado, enfermedades autoinmunes en curso, presencia de infecciones. Tampoco debemos olvidar las situaciones relacionadas con el uso anterior de rellenos no reabsorbibles, como silicona, metacrilatos y microesferas. En cualquier caso, el médico decidirá, junto con el paciente, si intervenir y cómo hacerlo.