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ENVEJECIMIENTO DEL ROSTRO. ¿QUIÉN HA DICHO QUE NO SE PUEDE CONTROLAR?

ENVEJECIMIENTO DEL ROSTRO. ¿QUIÉN HA DICHO QUE NO SE PUEDE CONTROLAR?

El proceso de envejecimiento de la piel del rostro comienza ya a los 25 años. Sin embargo, podemos prevenirlo, retrasarlo e incluso revertirlo.

La eterna juventud todavía está fuera de nuestro alcance. Sin embargo, hoy en día, la ciencia pone a nuestra disposición productos, tratamientos y buenas prácticas que permiten ralentizar el proceso de envejecimiento de manera impensable antes, e incluso, si se diera el caso, revertir su signo.

¿Cuáles son las causas del envejecimiento del rostro? El cronoaging/cronoenvejecimiento.

Las primeras arrugas ya aparecen alrededor de los 25 años. ¿Por qué se forman? ¿A qué edad empiezan a manifestarse algunos procesos dentro de la dermis, la parte más profunda de la piel? Se trata de un proceso que se debe a factores internos, ligados al así llamado cronoaging/cronoenejecimiento, es decir, el ineludible proceso de envejecimiento que afecta a todos los seres vivos.

Se reduce el número de fibroblastos.

Con el envejecimiento cutáneo, el número de fibroblastos disminuye y también se debilita su capacidad de reproducirse. Es un problema para nuestra piel, ya que estas células son responsables de la producción de los componentes de la materia extracelular: la elastina, el colágeno y los glucosaminoglicanos, los azúcares precursores del ácido hialurónico. Con la disminución de estos elementos (después de los 25 años la producción de colágeno y de elastina disminuye cada año en un 1%) la dermis comienza a colapsar: la piel envejece y la redondez natural de nuestra cara se deforma.

Disminuye la micro circulación.

Con la edad, los pequeños vasos sanguíneos de la dermis se dilatan y pierden elasticidad. En consecuencia, la cantidad de sangre, de oxígeno y de nutrientes que llegan a las células disminuye y éstas producen menos colágeno y elastina debido al menor suministro de energía.

Se incrementa el estrés oxidativo.

A estos procesos degenerativos se añade la producción de los radicales libres. Son productos de desecho que se forman dentro de las células. En condiciones fisiológicas son neutralizados por los antioxidantes presentes en nuestro cuerpo, pero cuando este equilibrio se ve comprometido se genera el llamado «estrés oxidativo», que compromete el funcionamiento natural de los fibroblastos.

El fotoaging/fotoenvejecimiento y el envejecimiento por el estilo de vida.

La exposición a los rayos UV, en particular, si tenemos la piel sensible, es un potente acelerador del proceso de cronoenvejecimiento. Si nos exponemos al sol sin protección, podemos desarrollar arrugas incluso antes de los 25 años y con el paso de los años, manchas solares y decoloración de la piel.

Y no pasemos por alto nuestros malos hábitos: el alcohol, el tabaco y el azúcar. Un verdadero asedio para nuestra piel, ya que estos factores son a menudo concomitantes.

¿Cómo controlar el envejecimiento facial? Prevención.

La lista de enemigos de la piel es larga, pero la buena noticia es que no son invencibles. El cronoenvejecimiento también, aunque sea un proceso ineludible, en gran medida puede ser controlado. La prevención, sin embargo, tiene una regla estricta: empezar de inmediato, incluso antes de que aparezcan las primeras arrugas. ¡Y luego perseverar!

El primer hábito que no se puede romper es desmaquillarse todas las noches antes de ir a la cama e hidratar la piel con una crema apropiada para su tipo. Para los más diligentes hay una rutina completa: aplicación de un suero específico antes de la crema, y una mascarilla antiarrugas una vez a la semana.

Para evitar el fotoenvejecimiento, la prevención consiste en el gesto habitual, pero hay que recordarlo porque nos olvidamos demasiado a menudo de hacerlo. Protejámonos del sol usando cremas protectoras con el factor de protección solar adecuado (SPF).

También podemos controlar tanto el cronoenvejecimiento como el fotoenvejecimiento abandonando los malos hábitos, como el tabaco y el alcohol, que promueven el estrés oxidativo, siguiendo una dieta saludable (rica en antioxidantes y fibras y baja en azúcares), practicando una actividad física regular y reduciendo el estrés y la exposición a la contaminación ambiental.

Los remedios de la medicina estética para mantener la piel joven.

Hay casos en los que las buenas prácticas no son suficientes, y las arrugas y otras imperfecciones empiezan a crearnos problemas, especialmente si afectan a nuestra autoestima y autopercepción. Hoy en día la medicina estética ofrece muchas soluciones para aquellos que quieren volver a tener una piel joven sin recurrir a las soluciones invasivas y costosas de la cirugía plástica.

Las soluciones propuestas por la medicina estética tienen un protagonista indiscutible: el ácido hialurónico. Es una sustancia presente de forma natural en la dermis, que hidrata y tonifica gracias a su capacidad de atraer y retener el agua. Con el avance de la edad su presencia en el cuerpo se reduce, pero gracias a la aplicación de un relleno se puede restaurar, al menos temporalmente, y así reanudar su acción hidratante de la renovación celular.

Las extraordinarias propiedades del ácido hialurónico y su carácter mínimamente invasivo también lo hacen ideal para combinar en sinergia diferentes tratamientos faciales, que pueden incluirse, tras una cuidadosa evaluación médica, en un protocolo verdaderamente personalizado. Y gracias a su biodisponibilidad es también muy versátil: es adecuado para resolver cualquier problema estético del rostro y para personas de cualquier edad. Desde la treintañera que quiere conservar una piel luminosa hasta la persona de setenta años que quiere remodelar su rostro, sin perder su naturalidad.

A continuación, se presentan los tratamientos más adecuados y utilizados a base de ácido hialurónico, según las necesidades que surgen con el avance de la edad.

Biorevitalización.

Después de los 30 años, cuando aparecen las primeras imperfecciones debidas al cronoenvejecimiento, puede ser adecuado recurrir a un tratamiento de biorevitalización. Se trata de una técnica antienvejecimiento regeneradora que se aplica a través de microinyecciones más profundas, 5 o 6 milímetros, que afectan a la dermis reticular, más pobre en células y más rica en fibra. Normalmente se añaden al ácido hialurónico otros ingredientes activos, que varían según los resultados deseados. Vitaminas y antioxidantes si se quiere revitalizar la piel, ácidos nucleicos si también se quiere tratar las arrugas.

El objetivo de la biorevitalización es ayudar la piel a producir colágeno y elastina, fibras elásticas responsables de la firmeza y el tono de la piel y se practica generalmente en la cara y también en el cuello, donde la piel es muy fina y envejece con más rapidez.

Rellenos (filler) específicos para el rejuvenecimiento facial.

Los fillers a base de ácido hialurónico, hoy en día, son los tratamientos estéticos más populares para aquellos que quieren tratar imperfecciones más específicas debidas al envejecimiento de la piel del rostro. Las microinyecciones de relleno se practican normalmente con los siguientes objetivos:

Voluminizar los labios, la barbilla y los pómulos. No se trata sólo de dar volumen a los labios demasiado finos y poco definidos. Se trata de devolver el sustento y la prominencia a los pómulos que se han vaciado y a una línea maxilar que ha perdido definición. Los efectos de este tratamiento duran unos 6 meses para los labios y pueden durar hasta 12 meses para los pómulos y la barbilla.

Cuello y escote. Los «anillos de Venus», es decir, las arrugas horizontales que envuelven el cuello como un collar natural, se forman tanto como resultado del cronoenvejecimiento como de una postura incorrecta. Hoy en día, por ejemplo, debido a la posición que asumimos frente a los ordenadores y los teléfonos móviles, tenemos que lidiar con el «tech neck». Pero no se preocupe, los rellenos de ácido hialurónico pueden suavizar estos surcos y el efecto dura unos 12 meses.

Corregir las arrugas del contorno de ojos. El relleno de las líneas de expresión, patas de gallo, arrugas glabelares es un tratamiento típico de relleno. Los efectos duran 2/3 meses y debe repetirse.

Acné y cicatrices. El ácido hialurónico, que regenera el tejido, es muy eficaz para eliminar las cicatrices del acné (incluso de quiste) o de otras cirugías.

Estos tratamientos, si se llevan a cabo a tiempo, son una excelente alternativa a la cirugía invasiva y costosa. En comparación con estos últimos, los rellenos de ácido hialurónico permiten efectos naturales y sobre todo reversibles. La diferencia entre la cirugía y el tratamiento es precisamente ésta: la primera es una operación que se realiza una sola vez y tiene efectos definitivos e irreversibles, la segunda es una «cita con la belleza» que debe repetirse a menudo y, añadiríamos, con un espíritu positivo y alegre.

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