Labios, Ojos, Pómulos, Rostro
TRATAMIENTOS DE ÁCIDO HIALURÓNICO PARA EL ROSTRO: LA SOLUCIÓN PARA CUALQUIER NECESIDAD
Gracias a la variedad de sus formulaciones, el ácido hialurónico puede emplearse para tratar específicamente diversas imperfecciones faciales.
El rostro es nuestra carta de presentación al mundo. Tener unos rasgos armoniosos y una piel joven y radiante refuerza nuestra autoestima y mejora nuestras relaciones con los demás. Y si hoy nos sentimos bien con nosotros mismos y con los demás, también se lo debemos al ácido hialurónico. El nacimiento de los inyectables a principios de los años 80 marcó una verdadera revolución en nuestra relación con la medicina estética. De ser un privilegio de unos pocos, la belleza se ha convertido en un derecho de todos. Las intervenciones que antes requerían hospitalización y largos tiempos de recuperación son ahora tratamientos que se pueden realizar en la clínica durante la pausa del almuerzo. Y el miedo a no gustarse, sabiendo que el resultado no era reversible, ha dado paso a la satisfacción de resultados visibles de inmediato que pueden ajustarse fácilmente a gusto del paciente.
Cuarenta años de gel a base de ácido hialurónico son un período suficiente de observación como para hacer balance y analizar sus diferentes usos:
Tratamientos antiedad
La investigación ha demostrado que las células epiteliales comienzan a ralentizar su producción de colágeno, elastina y ácido hialurónico ya a partir de los 25 a 30 años. Por eso estos tratamientos se recomiendan de forma preventiva, especialmente en la población joven.
Biorrevitalización
Es un tratamiento regenerador antiedad que tiene como objetivo estimular la producción de colágeno y elastina en la piel. Se recomienda a partir de los 30 años, cuando empiezan a aparecer las primeras imperfecciones debidas al envejecimiento cronológico. Consiste en microinyecciones más profundas, en una dermis más pobre en células y más rica en fibras. Generalmente, se añaden otros principios activos al ácido hialurónico.
Tratamientos de remodelación, relleno y corrección de imperfecciones faciales
Gracias a la amplia gama de ácidos hialurónicos reticulados que existen actualmente en el mercado, los rellenos pueden tratar eficazmente casi todas las imperfecciones del rostro. Hoy en día, incluso pueden proponerse como válidas alternativas al bisturí para lograr un efecto de “lifting suave”. Estas son las principales zonas que se pueden tratar:
Tratamiento y eliminación de arrugas y surcos
Las arrugas faciales no son todas iguales, y por ello requieren productos diferentes.
Relleno de labios
Los tiempos de labios hipertrofiados y de aspecto “inflable” quedaron atrás. Actualmente, los pacientes son más exigentes y piden a su médico estético una forma más natural y acorde con su tipo de rostro. En este campo, ninguna otra molécula iguala los efectos del ácido hialurónico.
Aumento de pómulos y mentón, definición del contorno facial, relleno de sienes y mejillas
Con la edad, los pómulos pierden definición y aplanan el rostro; las sienes se hunden; se produce reabsorción ósea en la mandíbula, lo que provoca un mentón caído y pérdida del contorno facial. En estos casos, se requiere un tratamiento de contouring facial y el uso de rellenos volumizadores. Este tipo de relleno se inyecta en capas profundas de la piel, remodelando y restaurando el volumen de los tejidos desde el interior.
Elevación de párpados superiores y corrección de bolsas y ojeras
Con los años, la parte superior del rostro (frente, arco superciliar y párpados superiores) se vacía por la pérdida del tejido graso que le daba volumen y soporte. Si se interviene en los primeros signos, un relleno a base de ácido hialurónico es una alternativa no quirúrgica válida a la blefaroplastia. Al restaurar el tono de los tejidos, se eleva la ceja y se vuelve a abrir la mirada. Inyectado en la zona suborbitaria, el ácido hialurónico también puede corregir bolsas y ojeras.
Tratamiento de hoyuelos, cicatrices de acné y de varicela
Para nivelar las áreas deprimidas de la piel, una opción es asociar ácido hialurónico, posiblemente seguido de un tratamiento con láser fraccionado ablativo para eliminar las capas superficiales. El ácido hialurónico actúa estimulando tanto a los fibroblastos como a los queratinocitos, regenerando la piel, mejorando su textura y reduciendo la profundidad de las cicatrices.
Rinofiller para imperfecciones nasales
Si el problema es exclusivamente estético y no funcional, el rinofiller puede sustituir en muchos casos a la rinoplastia quirúrgica. Los rellenos de ácido hialurónico pueden inyectarse en tres puntos: en la raíz de la nariz para nivelar una “giba”; en la punta para lograr un efecto levantado; o en el dorso, en el caso de una “nariz en silla de montar”, que puede tener hundimientos o huecos que rellenar, tal vez secuelas de una rinoplastia quirúrgica previa fallida.
La duración de los resultados de un tratamiento también depende de nuestros hábitos.
Los últimos rellenos a base de ácido hialurónico ofrecen un equilibrio ideal entre las necesidades del paciente y la duración del resultado. No obstante, hay que recordar que la duración del efecto también depende de nuestros hábitos. Por ejemplo, si mantenemos una hidratación adecuada (beber un litro de agua al día por cada 20 kg de peso corporal), se ralentiza la absorción del ácido hialurónico por el cuerpo, y el efecto de las inyecciones durará más.
Por el contrario, una deshidratación excesiva hace que el ácido hialurónico se absorba más rápido. Por eso, es mejor no fumar, consumir alcohol con moderación y no exponerse en exceso a los rayos UV. Y si te gusta hacer deporte, hazlo sin problema, pero evita someter tu cuerpo a esfuerzos excesivos y deshidratantes, como una maratón. El ácido hialurónico nos enseña que el equilibrio, en salud y belleza, lo es todo.
